Lirio Psicología

Terapia para el estrés y la ansiedad en Granada: una mirada científica hacia la solución.

Ansiedad, estrés, Psicología

Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido agotados después de un largo día en el que las tareas se acumulan, pareciendo interminable. Al igual que quizás te resulte familiar esa especie de nudo en el estómago antes de afrontar un momento de tensión como una reunión de trabajo. Y es que tanto el estrés como la ansiedad se han convertido en compañeros fieles de nuestra vida. Tanto es así que incluso ambos conceptos se han incorporado en el repertorio de palabras de nuestras conversaciones consiguiendo una fama no del todo justa y ajustada a la realidad.

Porque, ¿qué es en realidad el estrés ?

Cuando hablamos de estrés hacemos referencia a un complejo fenómeno en el que se interrelacionan aspectos psicológicos y fisiológicos como respuesta a la interacción de la persona con su entorno. Como consecuencia, el individuo emite una valoración del obstáculo presente en su ambiente y de los recursos que dispone para afrontarlo, entendiendo que necesitará realizar un sobresfuerzo para ello. Es entonces cuando el mecanismo de defensa se pone en funcionamiento, generando incomodidad que resulta ser percibida como malestar por la persona. Y ese malestar funciona, precisamente, como motivación para tomar acción y superar la dificultad.

El estrés es una respuesta psicológica y fisiológica a una demanda externa, funcionando como impulso para reaccionar de forma rápida y eficaz ante situaciones de peligro. Comprendiendo este concepto desde la neurociencia, nos referimos a la activación del Sistema Nervioso Simpático tras la liberación de cortisol y adrenalina relacionada con una de las funciones del eje hipotalámico-hipofisiario-adrenal.

Esta respuesta genera sensaciones desagradables en el ser humano con el fin de incomodarle para que tome acción y pueda protegerse. Por lo que se considera un sistema adaptativo a corto plazo. Sin embargo, si el estrés se cronifica, síntomas como el insomnio, problemas de concentración y fatiga entre otros podrían desencadenar enfermedades físicas como hipertensión, diabetes, cardiopatías y enfermedades inmunitarias, entre otras.

¿Y la ansiedad ?

La ansiedad tiene múltiples formas. Puede aparecer como ansiedad generalizada, como trastornos obsesivo compulsivo, ataques de pánico y fobias. Pero cada una de sus formas tienen en común algo: el miedo. Un miedo que resulta limitante al hacerte creer que algo malo ocurrirá.

El problema es que, en ese momento, no está ocurriendo nada. Nada en el exterior. Pero sí en tu mente, en forma de pensamientos negativos que actúan como disparadores del malestar.

Por tanto, la ansiedad es una respuesta interna que no siempre está vinculada a un estímulo externo definido. Se basa en preocupaciones excesivas que llevan a la persona a la anticipación constante de escenarios catastróficos con el fin de protegerse de todo lo malo que piensa que podría ocurrir. Así que, ante tal posibilidad, su organismo responde con tensión muscular, inquietud, mareos, somatizaciones y multitud de síntomas realmente desagradables y prácticamente constantes. A nivel neurológico, la ansiedad se relaciona con la hiperactivación de la amígdala y una regulación deficiente de la corteza prefrontal.

Entonces, ¿en qué se diferencian la ansiedad y el estrés ?

Aunque la línea entre ambas respuestas es muy fina, existen diferencias entre ambos conceptos:

  • La respuesta de estrés es desencadenada por un estímulo externo, como puede ser un examen, una reunión de trabajo o una mudanza; mientras que la respuesta de ansiedad la dispara un estímulo interno, es decir, una preocupación excesiva.
  • Respecto a la duración, en el caso del estrés su aparición es temporal; no ocurriendo con la ansiedad, la cual es persistente.
  • Como propósito evolutivo, el estrés se entiende como una respuesta adaptativa al medio que permite la supervivencia; en cambio, la ansiedad, al ser constante y menos definida, resulta desadaptativa para la especie.

Estrés y ansiedad una fiel y desagradable compañía.

Según datos estadísticos, aproximadamente el 40% de los adultos señalan haber experimentado elevados niveles de estrés en el último año; mientras que, al referirse a la ansiedad, indican que alrededor del 20% de la población está afectada.

Son cifras que deben hacernos reflexionar debido al incremento significativo del porcentaje en comparación con décadas anteriores. Y, quizás, factores como la digitalización, el ritmo acelerado de vida y premiado por la sociedad junto a las dificultades socioeconómicas influyan gravemente.

¿Cómo afectan la ansiedad y el estrés a nuestra vida ?

Un estado de alerta permanente no solo perjudica a nuestra salud mental y física, sino también en las diferentes áreas de nuestra vida:

  •  A nivel social: las personas con ansiedad suelen aislarse, por lo que la construcción de relaciones sanas se dificulta.
  • A nivel laboral: el rendimiento baja al tener problemas con la concentración y sentir agotamiento. Estudios recientes indican que el 60% de los trabajadores sufren niveles altos de estrés relacionado con el trabajo, estado conocido como “burnout”.
  • A nivel familiar: genera tensiones en la dinámica familiar al aumentar la probabilidad de conflictos y falta de comunicación efectiva entre sus miembros.

Terapia para el estrés y la ansiedad en Granada para encontrar la calma

La terapia psicológica en Granada, con un enfoque cognitivo conductual, te ofrece herramientas efectivas para manejar ambos y no sentir que te pierdes en tu día a día.

En Lirio Psicología, con un trato profesional a la par que cercano, se trabajará sobre tu caso de una forma personalizada a través de la que se identificaran patrones de pensamiento disfuncionales para reemplazarlos por otros más adaptativos. De tal forma que, gradualmente, sientas que dispones de los recursos necesarios para afrontar los retos diarios.

Quizás no sabías que…

En Japón se realiza una práctica conocida como “shinrin-yoku” para reducir el cortisol y mejorar el estado de ánimo mediante el contacto con la naturaleza a través de paseos por el bosque. Esta antigua práctica ha despertado la curiosidad de los científicos, llegando a realizar estudios que demuestran que pasar tiempo en entornos naturales disminuye significativamente los niveles de cortisol, promoviendo un estado de relajación que genera bienestar en los seres humanos.

Y mientras en Japón se dan “baños de bosque”, en Suecia se practica el “fika”, que simboliza el descanso consciente mediante la conexión social que implica el ritual que gira en torno a tomar una taza de café.

Por último, como dato curioso, te cuento que se cree que Charles Darwin sufrió de ataques de pánico. Conclusión a la que se llegó por la sintomatología que dejó registrada en sus más de 400 cartas y su diario personal y que trataba mediante paseos por su “camino de arena”, un sendero en su jardín que usaba para reflexionar y calmar su mente.

Si estas palabras resuenan en ti,

Y sientes que el estrés o la ansiedad te acompañan continuamente y te desgastan, recuerda que no estás solo o sola. La terapia es un espacio seguro donde podemos, juntos, explorar tus pensamientos y emociones, aprender estrategias útiles y recuperar el equilibrio.

Te espero en Lirio Psicología, donde daremos el primer paso hacia una vida más plena y en calma.

Y así, al menos entre palabras, estoy contigo.

Etiquetas :
Ansiedad, estrés, Psicología
Compártelo :

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
×